martes, 7 de septiembre de 2010

Un posteo marxista


En este entrada voy a tratar de demostrar porque, desde mi punto de vista, se puede tener una visión materialista de la realidad y así mismo reinterpretar la teoría marxista, de manera de no ser dogmático con el socialismo científico y considerar la alternativa democrática. En otras palabras, voy a ver si se puede ser marxista sin abogar por una revolución violenta.
Primero lo primero ¿qué cree el marxismo?

Las ideas son:
 
1) Materialismo histórico
2) Lucha de
clases
3) Socialismo científico
4) Materialismo dialéctico
5) Valor-trabajo

Sobre todos estos temas hablé en una entrada anterior del mes de agosto llamada Reconsiderando al marxismo. Quienes deseen tener al menos una pequeña introducción a estos términos pueden verla.

La pregunta que nos formulamos es la siguiente ¿es posible tener una visión marxista sobre el materialismo histórico o la lucha de clases y así mismo apoyar el sistema democrático burgués? Yo creo que si es posible, y no sólo es posible. Es necesario.

Cabe recordar que la teoría marxista determinista del socialismo científico fue refutada por la historia. Nunca se han podido dar revoluciones en países capitalistas y céntricos, siendo lo más cercano la experiencia de la Comuna de París, que terminó siendo brutalmente reprimida. La revoluciones marxistas se dieron por lo general en países coloniales, atrasados, invadidos o destruidos por la guerra. La premisa de que el desarrollo de las fuerzas de producción llevaba inevitablemente a la revolución resultó no cumplirse.

Veamos entonces el siguiente paso, la dictadura del proletariado. Según la teoría eso se da cuando los obreros toman los medios estatales, mediante la organización en un partido que guíe la lucha política y armada. Según Marx, el Estado era simplemente una clase dominando a otra.

A mí entender, estas caracterizaciones corresponden a otro contexto histórico. En la Europa de mediados del siglo XIX todo estaba cocinándose, los Estado Nación sólo eran proyectos, Alemania e Italia estaban desmembrados en cientos de países diferentes. Los países donde si había Estados fuertes resultaban ser potencias imperialistas, como Francia e Inglaterra. El resto de Europa, incluyendo al Este y a la península ibérica, estaban como siempre atrasadas. En América apenas si estaban acabándose las guerras civiles. Y el resto del mundo no existía. Todo esto no debemos sacarlo de vista al analizar la teoría de Marx o cualquier otra teoría.

Retomando el tema, vemos entonces que en momentos en donde la sociedad industrial recién estaba empezando a forjarse, donde los conceptos de Estado Nación eran algo novedoso, donde las diferencias entre Europa y el resto del mundo estaban marcadas, y donde ideas que hoy nos son comunes, como democracia, parlamentarismo o estabilidad política eran ajenos (en ese sentido es muy útil la obra de Max Weber, que en mi opinión hace una excelente revisión del marxismo, aunque no coincida en todo).

Los tiempos han cambiado bastante, ya paso más de un siglo y medio desde aquellos años de contradicciones tan fuertes entre el proletariado y la burguesía, y la situación cambió. Ya sea porque la burguesía ha cedido o porque el proletariado consiguió mejoras, la realidad es que esta situación tan antagónica se ha visto alivianada. Y la razón es muy sencilla, para graficarla pongo un ejemplo de la historia argentina.

A principios del siglo XX entre los obreros e inmigrantes el anarquismo era un idea predominante, el socialismo también tenía su peso. Pero todo cambió con la llegada de Alfredo Palacios al Congreso. Los obreros se dieron cuenta que con uno de su lado en el Gobierno se iban a ver favorecidos. En este país, con esta realidad, una revolución armada sería un suicido (y lo demostró el fracaso de la guerrilla armada en los '70).

Por lo tanto creo se pueden tomar los medios estatales sin necesidad de una revuelta armada. Se pueden tomar mediante el voto democrático. Es, según mi visión, lo más cercano a lo que se puede aspirar, y lo más posible. Los antagonismos de clases se vieron aliviniados en todos estos años, creo que hay que aprovecharlo.

Ahora, si tienen que ser presidencialista, semipresidencialista, parlamentario, etc. es otro tema. Pero creo que el marxismo necesita esta revisión, para no verse alejado de la realidad.

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