martes, 5 de octubre de 2010

Por una minería nacional y popular


La reciente aprobación de la ley de glaciares en el Senado nos obliga a recordar cuáles son las politicas mineras actuales y cuáles son nuestras propuestas.



Vamos a los hechos: Argentina es una tierra con una gran riqueza mineral. Entre los grandes yacimientos mineros del país están:


* Bajo de la Alumbrera, pcia. de Catamarca. Cobre, molibdeno, oro y plata.
* Cerro Vanguardia, pcia. de Santa Cruz. Oro y plata.
* Farallón Negro,, pcia. de San Juan. Oro y plata.
* Gualcamayo, pcia. de San Juan. Oro y plata.
* Manantial Espejo, pcia. de Santa Cruz.
* Mina Pirquitas, pcia. de Jujuy. Plata, plomo y zinc.
* Río Colorado, pcia. de Mendoza. Potasio.
* Sierra Grande, pcia. de Río Negro. Hierro.
* Veladero, pcia. de San Juan. Oro y Plata.


El artículo 124 de nuestra Constitución dice:

Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio.

Este supuesto "federalismo" trae una trampa escondida: siendo que todo es delegado a las provincias ¿de dónde salen entonces los recursos para la explotación de los recursos?

De ahí salen los convenios con multinacionales o con empresas privadas de acá (tal como dice la Ley 24.498), donde el Estado siempre hace la vista gorda. Esa enorme riqueza minera queda en manos entonces de particulares. Distinto al artículo 40 de la Constitución de 1949:

Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su producto que se convendrá con las provincias.

Entonces, en esta realidad: ¿Dónde queda la soberanía sobre los bienes mineros? ¿Y los impuestos que deben pagar al Estado? ¿las retenciones a la explotación minera? ¿el control a la contaminación, establecido por la Constitución en el artículo 41? Bien, gracias.

Es por esto que Proyecto Sur incluye entre sus cinco causas:

- El subsuelo será considerado un dominio nacional, tal como fuera establecido en el Artículo 40 de la Constitución de 1949, garantizando una justa coparticipación de las provincias en las rentas de los recursos estratégicos.
- Modificación inmediata del Código de Minería, el cual ha permitido a las corporaciones transnacionales mineras y a sus socios locales una explotación irracional y depredadora de nuestras reservas que, además, salen del país sin ningún tipo de control público, a mera declaración jurada. Se prohibirá la explotación minera a cielo abierto con sustancias contaminantes como el cianuro y similares.
- Protección del ecosistema, el agua, la tierra, los bosques nativos, los lagos y glaciares, que deben ser preservados de cualquier tipo de contaminación: las rentas privadas de las grandes empresas no pueden ser jerarquizadas frente al respeto a la vida y a la naturaleza. Se protegerán los parques nacionales y las tierras fiscales, junto a una dura restricción ante los procesos de extranjerización del territorio nacional.


Por lo tanto, esta aprobación de esta ley que protege el Medio Ambiente ante el embate de las mineras es totalmente positivo. Es una muestra más de soberanía estatal sobre los recursos.

No le vamos a pedir al Gobierno que nacionalice todo, pero hay que dar algunos primeros pasos (cosa que el Gobierno hasta ahora no hizo en ningún sentido).

Para finalizar, la opinión de Pino:

"Con el voto afirmativo del Senado a la Ley de protección de los Glaciares se ha obtenido una gran victoria para todos los argentinos y la comprobación de que a pesar de la presión de las corporaciones mineras, los gobernadores y el gobierno, se puede enfrentar el modelo devastador y contaminante que se instalo en los años ‘90. Es el logro de una conciencia ambientalista que se fue instalando por la lucha sostenida de las poblaciones afectadas por la megaminería, las asambleas y todos los que se movilizaron para alcanzar esta victoria. A todos ellos va mi saludo emocionado".

http://www.infosur.info/n/solanas-la-ley-de-glaciares-es-una.html

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