Eleições no Brasil

Una victoria previsible de Dilma Rousseff, pero a no dormirse en los laureles: se viene la segunda vuelta, y no hay que descuidarse.

Probablemente con Lula tengamos varias diferencias y le hagamos muchas críticas. Pero una cosa es cierta: convirtió a Brasil de una potencia regional a ser una potencia económica mundial que cada vez crece más, lo convirtió en el líder indiscutido de la región, y, lo más rescatable, sus esfuerzos en pos de la unidad latinoamericana y contra la derecha oligárquica pro-yanqui.

Pero hay cosas por corregir: hace falta terminar con tanta corrupción en el Brasil, acabar con tanta pobreza, con el poder de los terratenientes que amenazan a los campesinos sin tierra, con la poder del narcotráfico organizado que convierte a las favelas en campos de exterminio para que la policía, el ejército y los paramilitares maten gente indiscriminadamente, hace falta dejar de camuflar la realidad del país para Juegos Olímpicos o Mundiales, es hora de disminuir la brecha y de dejar de volcarse tanto hacia el mundo sin antes mirar la realidad regional y la realidad nacional. Quedan cosas por hacer, sin duda.

Por eso lo mejor es que gane Dilma, antes de que la derecha vuelva al mando de la mano de Serra. Por eso desde acá todas nuestras fuerzas para el PT.